SANSÓN. SER LIBRE | RESEÑA


Escrito por: Emilia Patiño Carreño @Emiliap555 

La cárcel es tal vez uno de los lugares a los que la gente le tiene más miedo. No solo significa estar rodeado de más peligros de los que se debería, pues si hay algo que no hace es cumplir con su objetivo de la “rehabilitación social”, pero cumple con el objetivo principal: el de quitar la libertad a todos sus huéspedes. Lo paradójico de la libertad, es que se aprecia una vez que se pierde; y sabes que es posible nunca alcanzarla, una vez que la piensas recuperada. 


Sansón, la ópera prima de ficción del director Pável Quevedo Ullauri, habla sobre lo efímero de la libertad. Baldomero, su personaje principal, acaba de salir de la cárcel, por un crimen que sí cometió, pero sin querer. Un crimen que le encierra en la culpa y no le permite adelantar en la vida. El personaje encarnado con una sensibilidad extraordinaria por Wolframio Sinué, nos adentra en esta prisión que es nuestra propia mente. 



Baldomero está encerrado de varias formas, la primera es la culpa; haber cometido un error que cambió su vida, pero terminó con otra, lo que lo hace “indigno”. Él, un ex boxeador, que prometía éxito antes del accidente, le cuesta pensarse en ese papel; el miedo de que se le vuelva a ir de las manos el deporte le frena a volver a este. Este suceso marca un antes y un después en quién es Baldomero y qué significa su vida. 


Por otro lado, su ex, Rebeca, no le deja conocer a su hijo, quitándole la libertad de ser parte de ese pasado. Rebeca también personifica a la sociedad, que te encarcela en estigmas sobre lo que una persona debería ser y qué no; ser un excarcelario es algo que no está bien ser, no importa por qué estuviste preso, mucho menos el hecho de haber cumplido con tu castigo; los estigmas nos encierran. 



Frente a la crudeza de esta encarcelación, encontramos a Amelia (Carla Calanzans), una cantante de cantina, que al contrario de Baldomero, es toda libertad. Amelia se mueve sin miedo, y hace lo que le gusta. Amelia no frena la relación con Baldomero, cuando cualquiera preferiría huir, al contrario se queda y es firme en su decisión. Amelia es como un respiro en la asfixiante vida de Baldomero. Sin embargo, para Baldomero esta relación tampoco le libera, sentir que debe mentir, porque él en su calidad de ex presidiario, no es suficiente, también le priva de una verdadera libertad para disfrutar lo que está viviendo. 



Después de años de estar encerrado, Baldomero no logra ser libre, lo que nos lleva a preguntarnos: ¿qué es realmente la libertad?. Esta pregunta nos acompaña toda la película, que nos cuestiona de una manera real y cercana, una de las preguntas filosóficas más repetidas: ¿somos las personas realmente libres? 


A Pesar de tratar una cuestión tan compleja, la película es simple, en el sentido de que se ahorra pretensiones, tanto en la estética como en la historia. La mejor manera de contar y hacer preguntas complicadas, es con personajes reales, que guardan una complejidad en sus múltiples capaz, no con adornos superficiales, sino con una profundidad de alguien que tiene una historia. Cada uno de los personajes de la película te llevan a sentir este entramado que hace realmente a las personas. 



Sansón se estrena este viernes 28 en cines nacionales y aunque todavía no es tan fácil volver a lugares públicos, ya tenemos la libertad de salir. Ver una película en pantalla grande siempre será una experiencia diferente. Te acerca más a los personajes y a la ciudad.

Comentarios

  1. Muchas gracias por dar visibilidad a nuestro trabajo como actores, y todo un equipo de trabajo que hace que el cine viva.

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