Pausar también es una acción | Reseña de "La casa de los conejos"



Escrita por Emilia Patiño @emiliap555

Durante años el adultocentrismo ha relegado a los niños fuera de la historia del mundo, este mundo que se cae a pedazos gracias a las decisiones de esas personas maduras que hablan con las personas inmaduras con voz de dibujo animado. Sí, los niños no forman parte de los libros de historia y la verdad son pocas las historias que se cuentan sobre ellos. 

Actualmente, con el nacimiento de diferentes tipos de educación, así como la creación de nuevas sociedades donde los niños forman parte, estas historias se han multiplicado. No solo las historias de los niños, sino también, la historia del mundo desde el punto de vista de ellos. Esto nos ha llevado a encontrarnos con momentos que siempre se han retratado de manera dramática y pesada, desde una perspectiva casi mágica, como pasa, por ejemplo, con Jojo Rabbit y la Segunda Guerra Mundial. 


Este es el caso de “La casa de los conejos”, ópera prima de la directora Valeria Selinger, basada en el libro de Laura Alcoba, en la cual nos muestra, desde la perspectiva de la hija de una militante, la revolución contra la dictadura Argentina.  Laura, la niña, mira todo desde más abajo, algo que parece sin importancia, pero que desde ya nos está diciendo que esta es la mirada de un niño. Los adultos, más altos que ella, hablan sobre cosas que nadie le explica del todo, pero sin darse cuenta, Laura termina entendiendo a medias. 



Laura sabe la situación que vive su familia, entiende el peligro de trabajar en contra del gobierno y sobre todo ha entendido que no es libre, ni ella, ni los que la rodean. Los adultos a su alrededor se han encargado de hacerle entender que tiene que tener miedo, pero nunca se han sentado a contarle lo que realmente pasa. Laura camina por la casa de los conejos con una especie de curiosidad y distanciamiento, sabiendo que algo pasa, pero sin saber del todo qué. 


Ese sentimiento de Laura se refleja en cada mirada, haciendo que la película logre transmitir el verdadero sentimiento que es ser militante subversivo: la incertidumbre. Recuerdo cuando hacíamos el documental “Alfaro Vive Carajo” de Mauricio Samaniego, en las entrevistas con los diferentes miembros del movimiento nos contaban sobre las acciones y los momentos de acción. Sin embargo, en las pausas te dabas cuenta que esos momentos eran un porcentaje mínimo del tiempo que pasaba, la verdad, lo que más hacían era esperar. 


En la clandestinidad de la militancia se puede pasar dos meses planeando acciones, ultimando detalles, revisando planes, para al final pensar que no van a funcionar y volver a empezar. En la película lo vemos varias veces, las reuniones en las que se discute si es buena idea o no, si están listos o no, y la verdad, es que nadie sabía. Las dudas que tiene Laura sobre lo que pasa, son las mismas (aunque un poco menos informadas) que las que tiene su madre y el resto del grupo.



Lo que más hacen todos es esperar, esperar que el plan esté listo, esperar noticias, esperar que sea el momento oportuno, y sobre todo esperar (de esperanza) que no los encuentren. Es que hacer la revolución era estar en pausa, mas no en calma. Una especie de jugar a las escondidas en el mundo, quedarse lo más quieto posible para que nadie te vea, pero siempre listo para salir corriendo y “salvar a todos”. Ese silencio era la acción más importante de un revolucionario, tener paciencia y no dejar que el miedo te atrape. Algo tan difícil cuando estás siempre en peligro. 


Tal vez Laura tiene menos información que el resto de los miembros de la casa, pero el sentimiento lo lleva igual, y al verlo a través de los ojos de una niña se vuelve más fácil empatizar con la incertidumbre y la expectativa que significaba ser militante. 



Hemos visto muchas veces la historia de la dictadura Argentina, así como la historia de tantos revolucionarios, pero “La casa de los conejos” nos muestra esta vida desde una perspectiva diferente que logra que empaticemos y conectemos más con sus personajes. Este film es parte de la selección del Festival de Cine de Guayaquil, estará disponible el jueves 24 de septiembre a las 19h00 a través de la plataforma MiOtt con previo registro.


Trailer oficial




Comentarios

Entradas populares