¿Por qué nos cuesta tanto reir? | Reseña de "La Restauración"
✏ Escrita por Emilia Patiño @emiliap555
Dentro de las 15 películas que conforman la selección de ficción del Festival de cine de Lima, tan solo una es comedia: “La Restauración”. Esta es la ópera prima del director peruano Alonso Llosa, quien antes ya había sobresalido por sus cortometrajes Separados y Living Legend, los dos también dentro del género de la comedia.
“La Restauración” trata sobre un hombre de 50 años, Tato, quien acaba de divorciarse y la verdad, no hace nada con su vida, más que ser una paria para su madre. El problema es que su madre, a pesar de su antigua alta posición social, ya no tiene dinero, la fortuna ha desaparecido, lo único que les queda es la casa, y por lo tanto no puede solventar los caros gustos de su hijo. El segundo problema, la madre que está enferma, no sabe nada sobre lo vacía que se encuentra su cuenta bancaria y la cantidad de deudas que están apunto de enterrarlos a todos.
Con unos planos iniciales que nos muestran los diferentes estilos arquitectónicos, donde se imponen los edificios, pero empiezan a marcar las diferencias estéticas, vemos una Lima que crece con la construcción.
En una época en la que el negocio de la construcción se dispara, vender la casa suena a una gran opción, pues muchos se están convirtiendo en “nuevos ricos”. Sin embargo, la madre de Tato no quiere vender, ya que su casa es un símbolo de la antigua “gloria” de la familia, pero además su último deseo es poder morir en su cuarto. Algo que a Tato no parece detenerle y busca la manera de engañar a la madre para poder hacerse con el dinero.
Es una película técnicamente muy bien hecha, con planos lindos, pero donde cabe destacar la dirección de arte, que marca de manera clara con colores y estilos de decoración la clase social a la que los personajes pertenecen.
La película retrata de una manera ligera y entretenida una parte de la sociedad latinoamericana que mantiene el status quo del racismo y el clasismo. Esa clase burguesa que no es ni alta, ni media, que perdió la plata, pero que sigue pensando que el apellido es lo más importante. Esos que repiten constantemente el refrán de “aunque la mona se vista de seda, mona se queda”. Nos muestra la realidad de su descendencia, niños de mamá que nunca aprendieron a hacer nada, porque supuestamente, no lo iban a necesitar. Hombres y mujeres que nunca crecieron, porque sus padres siempre arreglaron sus problemas con dinero, no necesitaron aprender ningún oficio, porque era suficiente la herencia y se dedicaron a la fiesta (y las drogas). No se dieron cuenta que la herencia se venía cayendo desde mucho antes.
Tato es esa generación de ricos, que lo perdió todo, menos la soberbia. Que nunca creció, porque nunca tuvo que resolver ningún problema, pero que además se convirtió en un ser humano egoísta que acciona solo en pos de sus deseos y necesidades, sin pensar en las personas que le rodean y en cómo sus acciones pueden afectarlos. Es un personaje un tanto patético, que te saca de quicio, pero por alguna extraña razón quieres que le salgan bien sus planes. Eso es lo bello de la comedia. Tato es realmente una persona horrible, seguramente si fuera un drama, nos sería imposible identificarnos con él, mostrarnos empáticos con sus objetivos, pero al mostrarlo de esta manera patética, torpe y algo absurda, se vuelve más fácil conocer e incluso, entender al personaje.
La comedia nos permite acercarnos más a las realidades, y criticar desde un punto de vista más suelto. En muchas ocaciones la comedia consigue personajes más humanos: el bueno es rídiculo, el malo es un poco tonto y sobretodo, los personajes se equivocan con más frecuencia y sin tanto drama, o sea como normalmente pasa en la vida, aunque un poco más ridículo.
Además la comedia es una manera de criticar y quejarse del sistema (o de lo que sea que nos estemos quejando) que se acerca más a la gente por ser más entendible. Muchas veces vemos películas latinas que retratan situaciones precarias que se viven en la región: la corrupción, la pobreza, la falta de libertad, etcétera; pero casi siempre de manera pesada, lo que hace que ir al cine deje de ser un desfogue. En “La Restauración”, muchas de esas realidades se ven igualmente retratadas, pero esta vez nos podemos reír de ella, y a veces eso nos ayuda a apropiarnos de esos problemas, incluso, a tratar de buscar soluciones.
La Restauración es la única película de comedia en esta edición del Festival de cine de Lima y eso ya hace que valga la pena verla, aunque sea para cambiar de ánimos. A las artes y artistas latinos nos hace falta reírnos más, porque a veces ya no sirve de nada llorar.
Trailer oficial
La película se la puede visualizar en streaming hasta el 30 de agosto, únicamente dentro del territorio peruano.
Click en el afiche para ver la película
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