MATTHIAS & MAXIME de Xavier Dolan | RESEÑA
✏ Por Roberth Mendoza @robandres8
Matthias y Maxime, es un drama muy particular y propio del fascinante universo millennial noventero al que Xavier Dolan nos tienen ya muy acostumbrados desde sus primeras películas.
El film cuenta la historia de dos amigos, Matthias y Maxime, quienes son invitados colaborar cómo actores en un cortometraje universitario en el cuál deben darse un beso. Ambos personajes además, habitan mundos familiares disfuncionales, cada uno en circunstancias distintas, pero ligados por la soledad y la incomprensión. Siendo éstos componentes los que manejan la trama de la historia y los que los lanzan al vacío, cuestionándolos y llevándolos a reflexionar y enfrentar poderosos conflictos internos, sobre la familia, sobre los amigos, sobre sí mismos, su sexualidad y sus verdaderos deseos.
Dolan refleja muchísimo de sí mismo en esta película, más que en las otras que ha hecho probablemente. Sin duda estamos frente a un gran retrato, a una representación personal, sensible y absolutamente nostálgica de una generación que deja atrás los 20s, a la cuál Dolan pertenece, y es ese toque autoral y honesto, lo que hace que la película adquiera universalidad y profundidad.
A través de un característico lenguaje cinematográfico ya definido, de la mano de una banda sonora brillante, en la que sobresale Always on my mind de Pet Shop Boys; nos inmiscuimos, como fantasmas invitados, en una historia que navega hondo en la amistad, en las relaciones profundas de un grupo de amigos que se conocen de toda la vida; y en el que habitan, llenos de silencios, asustados, frustrados, enamorados y absolutamente provocadores: Matthias y Maxime.
Hay una danza sincera y nostálgica en toda la película, que puntualiza las relaciones madre e hijo y el descubriendo de la verdadera sexualidad a los 30s. Son fibras que flotan y conectan electromagnéticamente cómo un metáfora emocional y cuestionadora. Nos invita a explorar la reinvención y aceptación de quién realmente somos frente quienes debíamos ser, la idea de masculinidad, la amistad y la homosexualidad; temas propios y recurrentes en el cine de Xavier Dolan.
Dolan está “madurando” o quizá no. Quizá está película sea un bofetada al imaginario de madurar. ¿Quién sabe?. Lo que si es certero es que hay un encanto luminoso y misterioso en todo el cine de Xavier Dolan y está no es la excepción. Su estilo y su mirada particular, elegante, extraña y auténtica siguen potentes y presentes en Matthias y Maxime y eso realmente se agradece, sobre todo cuando uno es fan.
Trailer cortesía de Americana Film Fest
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