Desear amar es algo eternamente platónico | Reseña de In The Mood For Love


Escrito por Ivanna Merchán @Ivannamf_

Hoy es San Valentín y es imposible no sentirse romántico, o aromático, cualquier hopeless romantic está en el mood de ver una comedia romántica de las clásicas, pero otros tal vez desean algo que los represente, algo que demuestre que no todos los amores nos convencen con un “hola". Algunos se quedan pensando en esa ocasión que se quedó en un “quizás, quizás, quizás…”.

La asombrosa película In The Mood for Love por el auteur Wong-Kar Wai parece a invitarnos a amar, pero en realidad nos demuestra que a veces es imposible. ¿Pero por qué es imposible en cierta ocasiones? Un poco de contexto: In The Mood for Love narra como una mujer descubre que su marido le es infiel con la vecina en Hong Kong en los años 60. Nuestra protagonista forja una cuestionable relación con el esposo de su vecina. ¿Eran amantes o amigos? Nunca se define explícitamente en pantalla pero esa la clave para amar la película. Es indudable la tensión sexual que se siente en escena, el espectador desea conocer si están juntos y si no lo están ¿por qué no? Pues, algo clave es el contexto social, el filme se estrena en el año 2000 y está ambientado en los 60, la gran relación entre estás dos épocas en la sociedad de Hong Kong es que en los 60 con el triunfo de Mao Zedong en China varios emigraron a Hong Kong que disfrutó un auge en tecnología, cambios culturales y una economía creciente. Sin embargo, al final del siglo XX Hong Kong regresó a ser parte de China, lo cual significa un nuevo cambio cultural, pero Wong-Kar Wai cuestiona mediante este filme si Hong Kong se diferencia de alguna manera de la sociedad china en la cual los valores colectivistas y actitudes y comportamientos mas de carácter femenino (entiéndase por el estudio de dimensiones culturales de Geert Hofstede, 1972). La cultura es algo dificil de escapar y aferrarnos tanto a ella puede tener un costo alto. 


Llevando el contexto a los elementos del filme, la cinematografía general de la película demuestra como los protagonistas se esconden de la vergüenza, se sienten ansiosos y encerrados dentro de sus normas culturales. Tenemos planos que intentan ser intrusivos, que pretenden demostrarnos las cosas de cerca pero el director no permite que la audiencia sea omnisciente en este caso y solo le queda ver entre puertas, pasillos, ventanas, escenas que se sienten incompletas. Como espectadores, somos meramente unos vecinos más que quieren saber el chisme entre la señora Chang y el señor Chow, queremos ver porque pasan tanto tiempo juntos, ella tan solitaria con marido que viaja todo el tiempo y él tan joven y misterioso. Estos planos que intentan ser acercamientos, close ups, pero nos quedamos con las ganas de más y es por eso que esta película es una selección ideal para que el espectador deje lucir su lado voyeurista, porque no hay duda alguna que nos emociona ese gran quizás.


Uno de los puntos fuertes dentro de la cinematografía es que nunca vemos a aquellos personajes que son infieles, esta técnica es para representar la vergüenza dentro de las normas culturales orientales que repudian un matrimonio fallido, y peor dos. Otro factor, posiblemente el que más resalta en el mise en scene, es el color. En tonalidades vibrantes, un esquema complementario de rojo o verde representa como los protagonistas van tan bien juntos, pero su posible relación estaría acompañada de tragedia y peligro, aparte que se suma el sentimiento de culpa, algo que se ve tan bien se siente tan mal. Y para rematar, Aquellos ojos verdes de Nat King Cole, la canción que acompaña perfectamente a esa situación, la duda de ambos que esta presente cuando parece que tienen un “momento” y no culminan, no concretan si sienten algo el uno por el otro, eso nos enamora aún más. Wong-Kar Wai muestra como por quedarnos con las palabras en la boca podría doler, que apegarse a la tradición nos cuesta demasiado, nos cuesta un cambio, nos sacrifica. 



Esta película es un 4.5/5 duele no ver nada concreto, a duras penas contacto físico pero lo que mas duele es quedarse con la duda de la ultima escena y dejar esta película en algo eternamente platónico. Odiamos no poder amar, pero amamos la idea de hacerlo. 

Comentarios

  1. Muy buena reseña, como dato curiosos, está fue la primera película proyectada en el OCHOYMEDIO

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